EL VIRUS DEL NILO OCCIDENTAL PODRIA LLEGAR A LA ARGENTINA.
Lo transmiten los mosquitos y las migraciones de aves lo difunden por distintos paìses. Produce encefalitis y es mortal en el 10 % de los casos.
Un nuevo mal podría llegar a mediano plazo a la Argentina. Se trata del virus del Nilo Occidental, una enfermedad que se transmite a través de la picadura de los mosquitos y se difunde a otros países a través de las aves que son infectadas por estos. Puede ser mortal tanto para los hombres como para los animales, de los cuáles, al parecer, los más vulnerables son los caballos. Quizá por eso quien ha dado la voz de alarma en nuestro país es el Dr. Mario López Oliva, presidente del VIII Congreso Mundial de Veterinaria Equina, que se realizará en octubre (2003) en Buenos Aires.
Como aún no existen tratamientos ni vacuna que prevenga el contagio, la Asociaciòn Argentina de Veterinaria Equina le presentó ayer al ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, un plan de trabajo para la prevención de este virus. "Existe una alta probabilidad de que el virus llegue en uno o dos años a la Argentina" afirma Paula Padula, Dra en Ciencias Químicas del Instituto Malbrán. Sus palabras se basan en el estudio de los ciclos de las aves migratorias, que son las diseminadoras más eficaces del virus. "Lo importante -afirma Padula- es alertar a los sistemas de salud pública sobre la existencia de esta enfermedad".
La enfermedad se encontró por primera vez en 1937 en Uganda, Africa. Luego aparecieron otros casos en países de Oriente Medio y desde hace cuatro años comenzó a diseminarse en América. En 1999 se detectaron en Nueva York 62 personas afectadas y, actualmente, no sólo se expandió velozmente por 41 estados de EEUU, sino que ya hay 4.500 personas infectadas y casi 300 muertos. En poco tiempo ya se ha propagado a México, El Salvador y República Dominicana.
Los mosquitos son los principales difusores de la enfermedad junto con las aves migratorias. La aves infectadas portan el virus y lo propagan al migrar de un lado a otro. Los mosquitos se contaminan al picar las aves infectadas y son los principales agentes de contagio de la enfermedad. Estos a su vez pueden contagiar, a través de su picadura, aves migratorias sanas, animales (especialmente el caballo) y al hombre. No todas las aves pueden hospedar este mal. Se sabe que sí lo hacen el gorrión inglés, los cuervos y las palomas.
"Los síntomas son inespecíficos. Si en una región se encontrase un grupo importante de aves muertas, ese sería el primer indicador de que algo funciona mal. En general comienza con un estado tipo gripal", afirma Padula, quien es miembro del comité que estudia los patógenos emergentes de la Organización Panamericana de la Salud. Este comité se reúne cada año en distintos países de América para vigilar el proceso de las nuevas enfermedades o aquellas que reaparecen, como el caso del dengue. El Instituto Malbrán y el Instituto Maiztegui de Pergamino son de los pocos establecimientos del país preparados para realizar las pruebas de inmunorreacción y amplificar el genoma del virus.
"Este virus produce encefalitis, ya que ataca al sistema nervioso central, y tiene un 10 % de mortalidad. Sus síntomas son: cefalea, fiebre alta, desorientación, estado nauseoso, rigidez de cuello, convulsiones, debilidad muscular y parálisis, todo ello precedido por un estado tipo gripal" explica el infectólogo Daniel Stamboulian. El riesgo aumenta en personas mayores de 70 años y en quienes poseen el sistema inmunológico comprometido. Los niños no son particularmente vulnerables.
Fuente: Diario Clarín, 31 de mayo de 2003.