Agroindustria: crece el mercado de agroquímicos.
Pasó de 500 millones de dólares en 2003 a 2.500 en 2013. Hay firmas nacionales que ganan participación.
25/10/2014
La Argentina es un mercado muy atractivo en el sector de los agroquímicos, porque sus niveles globales de facturación vienen creciendo sostenidamente en los últimos años, a pesar de un virtual estancamiento de los volúmenes de producción agrícola. Y en los primeros puestos del ranking de facturación asoman compañías locales peleándole un lugar a los grandes jugadores internacionales.
En el 2013, el mercado argentino de agroquímicos movió un total cercano a los 2.500 millones de dólares, un salto muy grande comparado con los algo más de 500 millones de dólares que significaba 10 años antes, en el 2003. Y en ese total de 2.500 millones, con una distribución muy atomizada entre las compañías, la primera empresa 100 % nacional que aparece es Red Surcos en el séptimo lugar, con una facturación cercana a los 100 millones de dólares al finalizar el año pasado, según comentó Carlos Calvo, presidente de la firma.
La segunda empresa argentina en ese selecto ranking es la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA). Atanor, que aparece antes, ahora está vinculada con un fondo de inversión de EEUU.
En un momento como el actual, en el que las empresas van tomando posición para el nuevo despegue que se espera para la agricultura en un próximo y distinto contexto político, se vienen sucediendo múltiples anuncios de inversión y lanzamientos. Hace un par de semanas, otra nacional, Agrofina, dijo que invertirá 200 millones de pesos para ampliar su capacidad de producción.
En este contexto, los de Red Surcos también dan pelea y estiman terminar este año con una facturación 15 % superior a la del 2013, dijo Sebastián Calvo, responsable de Comercio Exterior de la firma.
Esta empresa, con oficinas centrales en Buenos Aires y plantas en la provincia de Santa Fe, viene apostando fuerte al desarrollo de productos en base a nanotecnología, que aplica tanto al glifosato como a otros herbicidas, fungicidas e insecticidas. Con esos argumentos se hace fuerte para seguir dando pelea.
Fuente: Clarín Rural, octubre/2014