Las ratas: algunos datos sobre el comportamiento.
Los hábitos de las ratas son importantes para tratar de establecer las estrategias de control. Esencialmente podemos encontrar comportamientos de exploración, comportamientos de alimentación y comportamientos sociales y jerárquicos.
a) Los comportamientos de exploración.
El comportamiento exploratorio determina el establecimiento de un sistema de relaciones espacio-temporales, permitiendo a un animal orientarse en su ámbito vital. Es a la vez apetitivo y consumatorio. Por comportamiento apetitivo se entiende a una actividad de búsqueda específica con respecto a una situación estimulante, provocando el acto de consumo buscado.
Los roedores poseen un comportamiento exploratorio muy desarrollado que les permite explorar siempre con mucha velocidad el territorio inmediato. La secuencia incluye tanto movimientos corporales (marchan, corren, se ponen de pie) como una toma de contacto del medio ambiente con los órganos de los sentidos. Una reexploración periódica del entorno es habitualmente realizada: permite al animal asegurarse de la evolución de aquel lugar, constancia o variación.
Este último punto es importante pues el desarrollo exagerado del comportamiento de exploración podría, al extremo, llevar al animal a las trampas, a consumir con voracidad los cebos. Afortunadamente para el roedor, la introducción de un nuevo elemento en su entorno produce, por lo general, un fenómeno de neofobia, muy desarrollado con la rata Noruega. Este es definido como la acción de evitar un nuevo objeto o un nuevo lugar por parte del roedor: se opone a las actividades exploratorias.
Por lo general los territorios son limitados y de hecho, son los factores comida, agua y madriguera los que van a definir su tamaño. Los comportamientos de exploración incluyen actividades de excavación, raspado y despeje, muy desarrollados en la rata Noruega. Esta conducta tiene por objeto la fabricación de la madriguera pero puede no tener ninguna meta aparente.
b) Los comportamientos de alimentación.
Los comportamientos alimenticios incluyen el tomar, el comer y el arreglo. Este último se hace también sobre los alimentos sin finalidad o motivo aparente. También se han observado comportamientos de traslado y de almacenamiento, especialmente en el caso de las hembras durante la lactancia.
La aversión alimenticia (diferente de la neofobia) es el rechazo temporal o definitivo de un alimento que provoca síntomas mórbidos en una primera ingestión (lo que genera desconfianza en la rata). Los productos tóxicos que producen una expresión clínica inmediata son, a menudo, responsables de la aversión alimenticia.
c) Los comportamientos sociales.
Los comportamientos sociales se establecen cuando se ponen en contacto dos individuos de la misma especie. Son comportamientos antagónicos: acercamiento, reconocimiento del otro, ataque, amenaza, secuestro, fuga, persecución, sexuales o amistosos (limpieza).
La jerarquía social tiene por objeto mantener una organización social. Cada quien recuerda en el transcurso de enfrentamientos, el individuo que lo supera o el que es inferior, y modifica su comportamiento en consecuencia.
En un jerarquía establecida, una simple actitud de amenaza es suficiente y los combates son escasos. Para el grupo, la jerarquía social es benéfica. Permite la cohesión y el desarrollo armonioso de aquel y lo protege contra estrés o agresiones que proceden de afuera.
La clase social toca a todos los campos de la vida del animal: alimenticio, reproducción, ritmos biológicos, territorio. En las áreas favorables, los individuos tienen un crecimiento rápido como un peso alto: esto les asegura la victoria en los enfrentamientos y un puesto social elevado. Estos individuos dominantes mantienen a los otros, los dominados, en una clase marginal menos favorable.
Conclusión.
Estos datos sobre el comportamiento permiten entender mejor los daños debidos a los roedores y estimar mejor las dificutades de la puesta en práctica de luchas eficientes. Sin embargo frente a animales muy bien adaptados al hombre, esto debe entenderse como un objetivo de limitación de las poblaciones a un nivel donde los daños sean aceptables.
Fuente: Lorgue, G.; "Biología de Rattus norvegicus", Escuela Nacional Veterinaria de Lyon. Cuba, 20 al 24 de noviembre de 1989