Las viviendas y la lucha contra los vectores de la enfermedad de Chagas en el hombre, en el estado de Minas Gerais, Brasil.
Joao Carlos Pinto Dias
Fundación Oswaldo Cruz, Escuela de Medicina, Universidad Federal de Minas Gerais,
Belo Horizonte, Brasil.
Rosinha Borges Dias
Departamento de Trabajo Social, Universidad Católica,
Belo Horizonte, Brasil.
La enfermedad de Chagas constituye un problema de salud muy importante en Brasil. Estimaciones recientes indican que entre 4 y 5 millones de personas están infectadas por el agente de la enfermedad, Trypanosoma cruzi, y que un porcentaje considerable de ellas padecen cardiopatía chagásica y, finalmente, mueren.
La estrategia del gobierno brasileño para combatir la enfermedad de Chagas, tiene el propósito fundamental de evitar la infestación de las viviendas por triatomíneos que transmiten el agente infeccioso. En teoría, esto se puede lograr temporalmente mediante la aplicación de insecticidas y, en forma más permanente, con el mejoramiento de las viviendas donde se alojan los insectos. En la práctica, por diversos motivos, el Ministerio de Salud se ha limitado a efectuar rociamientos con insecticidas y, no obstante, ha logrado interrumpir la transmisión de T. cruzi en varias regiones de los estados de Sao Paulo y Minas Gerais.
Datos anteriores demuestran que las grietas en las paredes de adobe de las casas rurales suelen constituir excelentes refugios para los triatomíneos. Por esta razón, casi todos los casos de infestación en muchas zonas podrían eliminarse sellando las grietas o aplicando nuevos métodos de construcción que eviten el agrietamiento. Estudios anteriores han demostrados que los campesinos se muestran renuentes a reemplazar los adobes tradicionales por otros materiales, y que la pobreza y otros factores tienden a disminuir la receptividad de los aldeanos en lo concerniente a nuevas viviendas y nuevos métodos. Sin embargo, la participación de la comunidad y otras medidas para combatir a largo plazo la enfermedad de Chagas en el municipio de Bambuí, Minas Gerais, parecen haber aumentado la conciencia local en cuanto al problema; también ha crecido el interés de los propietarios por el mejoramiento de las condiciones higiénicas de las viviendas.
Del mismo modo, la mayor conciencia de los habitantes de, al menos, una aldea de Minas Gerais parece haber inspirado la lucha eficaz contra la enfermedad de Chagas sin la intervención o apoyo oficiales del gobierno. Una de las causas del éxito logrado fue que la mayoría de las paredes de adobe de las casas, en realidad, estaban construídas con una mezcla de barro, caolín (arcilla) y estiércol, que se agrietaba menos. Además, se reparaban las paredes con la misma mezcla con intervalos que variaban entre los seis meses y un año, porque los habitantes lo juzgaban necesario de acuerdo con sus criterios de salud e higiene o de otro tipo.
Estas experiencias y otras similares indican que los resultados de la lucha contra la enfermedad de Chagas pueden, en definitiva, depender de la gradual evolución y modificación de la sociedad rural. Por otra parte, si bien el costo de programas de construcción en gran escala de viviendas rurales estaría sin duda justificado en términos económicos, los cambios a largo plazo necesarios para resolver el problema deben también basarse en la solución de un conjunto de problemas sociales, complejos y difíciles. En consecuencia, las medidas aisladas para combatir a corto plazo la enfermedad de Chagas seguirán siendo válidas y necesarias hasta el momento en que puedan aplicarse soluciones definitivas.
Fuente: Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana; Año 61, volumen 93, Nº 5, pp. 453-464; Noviembre/ 1982.