Hantavirus, el modelo periurbano: riesgo peridomiciliario
Jorge Enrique Bolpe
La emergencia de los casos de hantavirus en la provincia de Buenos Aires motivó un intenso trabajo de investigación epidemiológica que incluyó, de acuerdo a normativas establecidas por el Ministerio de Salud de la Nación, la captura de roedores silvestres en los sitios de probable exposición de los casos humanos, para detectar los reservorios y las variantes virales que circulan en la región. Esta investigación aporta información necesaria para las estrategias de promoción de la salud a aplicar, destinadas a minimizar el riesgo de adquirir esta infección viral en la población expuesta a riesgo.
El Departamento de Zoonosis Rurales con personal entrenado por el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas "Dr. Julio Maiztegui" (procedimientos de captura y bioseguridad) ha intervenido con relación a 66 casos humanos de la enfermedad desde el año 1997 hasta el presente, mediante la instalación de 866 líneas de captura, con 14.350 trampas/ noche en ámbitos rurales, suburbanos y urbanos de la provincia, obteniendo 2.325 roedores silvestres que se destinaron a estudios virológicos.
Los roedores de las especies Akodon azarae y Oligoryzomys flavescens fueron los más frecuentemente capturados, con un 56 % y 16 % respectivamente del total de capturas, detectándose una tasa de infección a hantavirus, por serología, del 3.46 % y 5.9 % respectivamente.
Inicialmente se relacionó la casuística con exposición de las personas en ámbitos rurales, no obstante el análisis de la epidemiología de cada caso permitió estimar situaciones de exposición en ambientes periurbanos e, inclusive, urbanos, considerando que uno de los sitios de riesgo es, en particular, el área denominada "peridomicilio". El peridomicilio consiste en un radio de terreno de 30 a 40 metros circundante a la vivienda urbana, periurbana y rural, en el cual se desarrollan gran parte de las actividades rutinarias de la vida cotidiana por parte de los miembros de la familia. En ocasiones, un deficiente saneamiento de esta área (pastizales, malezas, pilas de leña o ramas, elementos en desuso, chatarra y desperdicios que sirvan de alimento y refugio a roedores) permite la multiplicación de especies de roedores silvestres e, inclusive, en picos poblacionales, la invasión del interior de las viviendas.
Un análisis preliminar de las capturas obtenidas en cuatro municipios de diferentes ámbitos de la provincia de Buenos Aires (Tapalqué, Cnel Vidal, Castelli y Florencio Varela) permite enfatizar esta cuestión. Durante los años 1997/98 y en relación a casos humanos, se capturaron roedores en ambientes peridomiciliarios y rurales dispersos de cuatro viviendas (domicilio de los casos humanos), obtuviéndose un total de 485 roedores, de los cuales 233 se capturaron por instalación de trampas en hábitat rural disperso y 252 por trampeo en área peridomiciliaria.
El número total de capturas fue similar en ambos sitios si bien en el área peridomiciliaria se obtuvieron 19 especímenes más. Las especies con mayor frecuencia de captura en ambos casos fueron Akodon azarae (233) y Oligoryzomys flavescens (134), predominando la frecuencia de la primera en el ámbito rural disperso (122 capturas) y la segunda aumentando su porcentaje en las áreas peridomiciliarias (79 capturas). Se destaca que otras especies reservorios de enfermedades virales endémicas (FHA) en nuestra región como Calomys musculinus y Calomys laucha también fueron obtenidas en el ambiente peridomiciliario (44 y 15 capturas respectivamente).
Esta información preliminar resalta la necesidad de desarrollar hábitos en los habitantes de domicilios urbanos, periurbanos y rurales, en relación al saneamiento y ordenamiento adecuado del ambiente peridomiciliar, a fin de evitar la colonización de esta área por roedores reservorios de distintas zoonosis virales. Las principales medidas se orientan al corte de pasto y su mantenimiento, a evitar la disponibilidad de alimento y agua para roedores y de quitar elementos que puedan brindar refugio para la multiplicación de estas especies, minimizando de esta manera el contacto directo y el riesgo de enfermar a las personas.
Fuente: Trabajo presentado en el "Simposio Internacional de Enfermedades por Hantavirus", Fundación Mundo Sano, Buenos Aires, 8 y 9 de octubre de 2003.